jueves, octubre 02, 2014

10 formas de arruinar tu tiempo en el gimnasio

Hoy, en vez de hacer un post sobre consejos acerca de cómo aprovechar el tiempo en el gimnasio, algo que hace muy poquita gente, he preferido centrarme en aconsejar a esa legión de atletas barrigueros o tirillosos que deambulan por las salas sobre cómo pasar su tiempo de "entrenamiento".

  1. Llévate algo para leer. Para qué demonios estar centrado en lo que se está haciendo. Demuestra que eres multitarea y pon más atención al libro que a correr como es debido. Asombra a propios y extraños culturizándote a la par que moldeas tu cuerpo. Lo moldeas tirando a botijo, claro.
  2. El móvil. Por supuesto, no puede faltar el adminículo de moda en todo el mundo. Párate cada dos por tres a atender algún wasapp. Eso de completar una serie completa sin pararse sólo lo hacen los bobos que no socializan. Si además puedes perder un poco más de tiempo pasando canciones con el reproductor, fantástico. Entre que pasas tres canciones y contestas cuatro mensajes, se ha hecho la hora. Y luego dicen que entrenar es duro.
  3. Te mereces un descanso. Párate a respirar, no sea que te de un chungo. ¿Qué es eso de llevar un ritmo en el ejercicio, un tiempo exacto de descanso entre series y demás patochadas? Eso es de los losers que están llenos de músculo. Yo descanso cuando me sale del bolo, faltaría plus.
  4. Pasea la botella. Campeón nacional de bottle-walking. Sí señor, Yo cojo la botella, me la llevo a un lado, sorbito, me doy otra vueltecita, sorbito, y para el principio de nuevo. Con esta rutina no te aburres, seguro. Y sales limpio como una patena, sin tocar una pesa.
  5. Brasea. Da la brasa, habla con todo el que se cruce contigo. Cuanto más tiempo hables, menos entrenas, y ese es el objetivo. Igual hasta se acerca una rubia de buen ver. Igual no. Probablemente no, porque si sigues estas directrices, tu cuerpo se parecerá al de Arnold. pero al de Arnold con 80 años.
  6. Investiga. Si no tienes botella que pasear, y por lo tanto no estás en la federación de bottle-walking, puedes simular el punto 4 investigando fijamente cada máquina. Concretamente el otro día vi un tipo que se acercaba a una máquina, la miraba, luego a otra, y a otra más, y al cabo de 15-20 minutos se fue. Ole sus huevos. A ver si en 3-4 meses se decide a ponerse en alguna. 
  7. Una sola serie es suficiente. Este punto es la bomba. Muchas veces he estado haciendo series en algún puesto, y ha venido un tipo a hacer la pregunta rara del día. Lo normal es: "¿Te falta mucho?". La segunda más normal es: "¿Te importa que nos turnemos?". El recopetín es cuando te dicen : "¿Te importa que haga una?". Con un par. Yo haciendo 4 y 5 series como un gilipollas, cuando el secreto del entrenamiento es hacer UNA. Y sin calentar. Y el tío llega, pone un peso que haría sonrojarse a tu abuela y se pone a ello. Acaba y se va, fresco como una lechuga. Otro Arnold de la vida.
  8. El hábito hace al monje. ¿Que vas a subirte a una bici estática? Vístete de Induráin hombre, con pulsómetro y todo. Aunque luego a los dos minutos estés al borde de la angina de pecho y la barriga se te desborde por el maillot. ¿A la cinta de correr? Márcate un Usain Bolt Style con lo último en moda fluorescente del Decathlon. Lo importante es parecer un teleñeco.
  9. Comenta la jugada. De nada sirve el tremendo esfuerzo realizado, si no se lo cuentas a nadie. Entroncando con el punto 5, cuéntale a todo el que se acerque la pedazo de serie que te acabas de marcar con las mancuernas de 2,5kg. Seguro que a la tercera vez se te acercan muy poquitos.
  10. La cerveza de después. Ya que has pasado por lo menos 40 minutillos en el gimnasio, arruinando tu entrenamiento, te mereces una recompensa. Enchúfate tres jarras mínimo, que hay que recobrar fuerzas y mañana será otro día.
Te garantizo que si sigues estos preceptos, no sólo lograrás arruinar tu entrenamiento por completo, sino que además en el camino te convertirás en uno de los más molones del gimnasio, con un cuerpo 10. De 10 kgs de sobrepeso mínimo, quiero decir. Pero no se puede tener todo en esta vida.
O sí. Yo que se.


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