miércoles, septiembre 17, 2014

Trilogía del Señor de la Guerra

Hace poco descubrí una trilogía de libros que cuenta una historia que todos hemos visto en alguna peli clásica: La historia del Rey Arturo.
Pero no tal y como la conocemos, con caballeros torpedos de brillante armadura en el sigo XIV.
Esto se acerca más a "La última Legión" , que situaba a Arturo como un romano en el siglo V.

Según explica el autor, Bernard Cornwell, no existe registro de un rey llamado Arturo en Britania, pero sí existen multitud de hechos de que un Arturo, Arturus o Arthurus  vivió en esa época, y que fue suficientemente popular como para dar origen a la leyenda.

El acierto de los libros, para mi gusto, es la descripción de una Britania abandonada a su suerte por los romanos, con constantes invasiones de los sajones y abocada a una guerra civil entre la multitud de reyezuelos existentes.
También aparece Merlín, como un druida viejuno y un tanto cabroncete, que ayuda a Arturo en tanto que este le es de ayuda para sus propios designios.
La historia la cuenta en primera persona uno de los supuestos caballeros de Arturo, educado por Merlin, y en ella nos van apareciendo personajes que a todos nos suenan.

Vemos la decadencia de todas las construcciones romanas, el día a día en aquella época, la magia de los druidas, todo pasado por un tamiz de realidad. Es decir, Merlin no es un Gandalf de la vida que va por ahí echando hechizos.
Toda la supuesta magia de Merlin queda a sujeta a las ganas de creérsela de los que le acompañan.
Es decir, Merlin no hace que surja la niebla, sino que cuando la niebla surge, Merlin dice que es debido a la magia de la antigua Britania. Y todos a callar el boquino.
También vemos el papel de la expansión del cristianismo en la historia de Britania, el proceso de aniquilación de los antiguos druidas y la sustitución de las creencias por otras "nuevas".

Y como en todas las historias, tiene que haber un malo. Y aquí le cogemos un ascazo a Lancelot que lo flipamos. Todo esto sin romper la leyenda en la que sabemos que Lancelot era un famoso y valiente caballero de Arturo, que al final se fockaba a Ginebra, la tía puta.

Pues famoso sí, pero valiente, va a ser que no. Un hioputa es lo que es el tipo, un cobarde de la pradera. Es la némesis perfecta de Arturo, a quien vemos como un tipo excesivamente recto, siempre pendiente de cumplir sus promesas, hasta que de repente se da cuenta de que pertenece a la ganadería de Vitorino Martín.

Batallas, saqueos, amoríos, pactos y más pactos, pero todo ello en el marco del contexto histórico y sin contradecir la leyenda.
Muy recomendable lectura, sí señor.





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