domingo, febrero 12, 2012

El País y los Garzonitas

Resulta curioso cuando menos ver como la progr-hez en general , y El País en particular andan escandalizados por la condena del ex-juez Garzón.
Durante estos días he tenido que escuchar y leer comentarios del tipo "luchador por la libertad a capa y espada" y "juez independiente" sobre el tipo. Huelga decir que a quien haya seguido un poquito la carrera del juez campeador todo esto le sonará a chufla.
Pero vamos a ir un poquito más allá, y aprovechando que en estos tiempos es facilísimo tirar de hemeroteca, analizaremos el siempre justo e imparcial rasero de El País ( el Pravda para los que lo conocemos) acerca de las actuaciones del juez campeador (campeador va con minúsculas porque el único Campeador con honor en la histora de España ha sido y será El Cid).

El País, 9 de febrero de 2012

"La hipótesis de impedir el delito explica la actuación de Garzón en un caso de delincuencia organizada, con abundantes medios para burlar la ley, incluida la posible complicidad de abogados bien remunerados. Ha prevalecido, en cambio, la más disparatada, absurda e incluso ofensiva: que buscó desbaratar "las estrategias de defensa" hasta el punto de colocar "el proceso penal español a nivel de los sistemas totalitarios". Pero era lo que servía para alcanzar el objetivo buscado: anular a Garzón como juez".

Bueno, entonces nuestros amigos del Pravda dicen que con tal de impedir el delito, todo vale, hasta saltarse la ley que garantiza la confidencialidad de las comunicaciones de la defensa con sus clientes. Bien, si eso es la línea editorial, sabemos a qué atenernos con este medio, porque directamente abogan por el sistema de defensa soviético, algo que no es novedad.

Pero tiremos de la historia reciente, tiremos...
El contexto es el siguiente:
En las elecciones generales del 93, se presenta como número 2 por el P$O€ el "independiente y luchador por la libertad" juez campeador, con la promesa del candidato a Presidente, F. González, de hacerle Ministro de Justicia.
Bien, finalmente el ministerio de Justicia e Interior recae en J. A. Belloch, poniendo González al campeador de director del Plan Nacional Anti-Drogas.
Como esto es poco para tamaño juez estrella, 9 meses después nuestro amigo dimite y vuelve a la magistratura (algo que en casi todos los países serios está prohibido, pero como en España no había legislación al respecto, es legal, aunque moralmente reprochable).
Y nuestro luchador nada revanchista, se saca del cajón un caso que llevaba archivado un buen tiempo ( esta costumbre de sacar del cajón casos pendientes cuando las circusntancias lo requieren la ha seguido realizando hasta ahora). Este caso es el de los GAL. Su instrucción es de pena, como suele ser habitual en él, pero como el caso tiene que pasar al Supremo, por estar implicados aforados políticos, el juez Móner lo recoge y consigue la condena de Vera y Barrionuevo, Secretario de Estado y Ministro de González. Ante la posibilidad de que el mismo González pase por el banquillo, el Pravda contraataca:

El País, 17 de octubre de 1995


"De ser así, Garzón estaría interfiriendo de forma oblícua en una parcela de los GAL que no le correspondea él investigar, sino al instructor del Supremo.Ningún fin, ni siquiera el de conocer toda la verdad sobre los GAL, justifica pasar por encima de los procedimientos. El principio de que no todo vale rige tanto en la lucha contra el terrorismo como en la investigación de los crímenes cometidos a su amparo".

Resumiendo, en el 95, no todo vale, no sea que empuren a González , y en el 2012, todo vale con tal de que empuren a los del PP.
Y esta progr-hez son los que encima se atreven a darnos clases de ética y moral a los demás.


Por lo que a mí respecta, el que comete un delito, debe ser castigado, sea juez, panadero, policía o banquero.

Aquí vemos al juez campeador recibiendo un traje regional mejicano en uno de sus periplos cósmicos, mientras seguía cobrando el sueldo en España, amén de cobrar unos pellizquitos de su "querido Emilio" Botín, dueño del Santander.

                       Con dinero o sin dineeeero ( de mi querido Emilio)
                       yo hago siempre lo que quiero
                       y mi palabra es la leeeeeeeyyyy.
                       No tengo sala ni toga
                       y me tumbo a la bartola
                       pero sigo siendo el jueeeeez.

Pues va a ser que no, chorizo, hala, a juzgar en T5, en el programa ese de "De buena ley", que seguro que te hacen un hueco.

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